Para todas las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento
Esta mañana la Comisión Mujer de Red Delicias ha convocado una concentración en la noplaza del Carmen a las 12:30. Con el tráfico cortado, un centenar de personas han pasado para apoyar una vez más la lucha feminista por la igualdad de todas las personas.
Durante media hora se ha caminado en círculo, se ha cantado y se ha escuchado música (se puede escuchar el pódcast de RAYCA Radio, del IES Ramón y Cajal, donde intervino Red Delicias y se escucha la canción de dos alumnas del centro que también se ha escuchado esta mañana). También se ha leído un manifiesto, mientras unas compañeras escribían las ideas más importantes en unas cartulinas moradas que han quedado fijadas en las columnas de la plaza.






La lucha feminista por la igualdad es una lucha que interpela a toda la sociedad. Bajo el lema «Para todas las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento», nos impelen a construir una sociedad más justa en la que todas las personas tengan las mismas oportunidades para elegir y desarrollar una vida plena.
Manifiesto 8M
Hoy 8 de marzo, millones de mujeres salimos a la calle, en grupo, moviéndonos hasta que cambiemos todo lo que tiene que cambiar.
Contagiemos nuestra rabia organizada, que es una energía inagotable que sostiene, una energía transformadora que renueva, una fuerza que siembra y que no arrasa.
Nos unimos al grito global que se alza desde todos los rincones del planeta en defensa de la vida, la libertad, la seguridad, la justicia, la memoria y acogida, con estas palabras que siempre han sido nuestras.
Luchamos por una vidas seguras, unas vidas sin miedo. Por un mundo sin guerras ni genocidios ni deportaciones. Por una vejez digna y por la protección de todas las infancias y adolescencias. Por la seguridad de unas ciudades accesibles y de unos hogares libres de violencia; por unos centros educativos y de trabajo seguros. Por la seguridad de una vivienda, una sanidad, una educación y unos servicios públicos universales y de calidad.
No vamos a parar hasta crear unas instituciones noviolentas y eliminar el patriarcado.
Luchamos por unas vidas libres y dignas en un planeta habitable, con apoyos y oportunidades para todas las personas. Por unos cuidados corresponsables y comunitarios, que liberen de restricciones a quienes los recibimos y que pongan en valor y cuiden a quienes los prestan. Por una maternidad elegida. Por un trabajo que nos deje vivir bien. Para trabajar menos, trabajar mejor y trabajar todas en empleos seguros, dignos y con sentido. Por una vida compartida, atenta, que abrace la diferencia y la vulnerabilidad, que tenga como horizonte la felicidad y el futuro.
Queremos una libertad que sea autonomía, posibilidades y expresión de la diversidad. Que se disfrute en común y se construya en colectivo, que crezca en el respeto y en la generosidad. Libertad para migrar y para quedarse. Libertad para ser, para transitar, para fluir, para cambiar y para no hacerlo. Libertad para todos los cuerpos, ocupen el espacio que ocupen, tengan la forma que tengan, vengan de donde vengan.
Salimos a las calles a luchar por la justicia social, por el reparto equitativo de la riqueza, por el fin del orden capitalista, por la igualdad radical. Por una justicia feminista, sin prejuicios ni sesgos, que busque la verdad, que escuche y repare y que genere el compromiso colectivo para garantizar la no repetición del daño. Por una justicia climática que detenga el extractivismo. Por una justicia que nos conduzca a reconocer la herida colonial y racista, a terminar con los privilegios.
Salimos a las calles el 8 de marzo y seguimos construyendo nuestra memoria, una memoria feminista. Recordamos a todas nuestras ancestras, que lucharon por un mundo mejor. A millones de mujeres anónimas que han ido construyendo desde su anonimato. Por toda la sororidad desparramada.
Recordamos a lo que se enfrentaron y lo que consiguieron.
Salimos a la calle en nuestro barrio, en nuestras calles, en nuestras plazas. El barrio de las Delicias se construye desde la acogida. Acogida de personas que vienen de otros lugares. Sufriendo el desarraigo del lugar de origen, el desconcierto de lo nuevo y la esperanza de un futuro mejor. El barrio lo construimos las personas que vivimos aquí.
Compañeras feministas, vuestras luchas son las nuestras, vuestra rabia es la nuestra, seguimos aquí y no vamos a parar.
¡8 de marzo, ni un paso atrás, por las mujeres, por sus derechos, por la igualdad!